Identifican nueva especie de dinosaurio con dimensiones de perro

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Un equipo internacional de paleontólogos ha anunciado el descubrimiento de una nueva especie de dinosaurio que podría cambiar lo que sabemos sobre la evolución temprana de estos animales. El fósil, hallado en una remota región del sur de América del Sur, pertenece a un ejemplar de tamaño modesto —comparable al de un perro mediano—, pero su importancia científica es gigantesca.

La especie, bautizada como Minimocursor phocae, vivió hace aproximadamente 230 millones de años, durante el período Triásico, una época en la que los dinosaurios apenas comenzaban a diversificarse. A diferencia de los gigantescos y temibles depredadores que dominarían el planeta millones de años después, este nuevo dinosaurio era pequeño, ágil y herbívoro, y probablemente convivía con otros reptiles prehistóricos en un ecosistema mucho más diverso de lo que se pensaba anteriormente.

Un fósil notablemente bien preservado

El hallazgo ocurrió en una estructura geológica en Argentina, célebre por sus exposiciones fósiles del período Triásico. El fósil del Minimocursor estaba en un notable estado de conservación, permitiendo a los investigadores analizar con detalle su anatomía. Se encontraron fragmentos del cráneo, columna, extremidades y pelvis, brindando una visión casi íntegra del espécimen.

Los científicos opinan que este diminuto dinosaurio tenía aproximadamente un metro de largo, desde su cabeza hasta la cola, y se desplazaba de manera bípeda, lo cual implica que se movía sobre sus patas traseras, al igual que otros dinosaurios famosos. Su alimentación probablemente incluía plantas, raíces y pequeños brotes, aunque es posible que también haya consumido insectos de vez en cuando.

Una pieza clave en el rompecabezas evolutivo

Aquello que convierte a este hallazgo en algo especialmente significativo es que el Minimocursor forma parte de un linaje muy antiguo de dinosaurios ornitisquios, el grupo que con el tiempo evolucionaría en especies tan reconocidas como el Triceratops, el Stegosaurus o los hadrosaurios. Hasta este momento, se contaba con muy escasa información acerca de los primeros integrantes de este grupo, y este reciente fósil ofrece pruebas directas sobre su morfología, dimensiones y forma de vida.

“El hallazgo de Minimocursor phocae nos permite llenar un vacío importante en la historia evolutiva de los dinosaurios,” explicó el Dr. Pablo Navarro, uno de los paleontólogos principales del estudio. “Gracias a su excelente conservación, podemos entender mejor cómo evolucionaron las características que luego definirían a los dinosaurios herbívoros.”

Reescribiendo los orígenes de los dinosaurios

Este descubrimiento también refuerza la teoría de que los primeros dinosaurios no eran los gigantes dominantes que la cultura popular ha inmortalizado, sino animales relativamente pequeños que coexistían con otras especies y que tardaron millones de años en convertirse en los principales vertebrados terrestres.

Además, el sitio donde se encontró el fósil apoya la teoría de que América del Sur fue una zona crucial en las primeras etapas de la evolución de los dinosaurios, proporcionando indicios sobre cómo estas criaturas se dispersaron y diversificaron globalmente.

Un futuro prometedor para la paleontología

El descubrimiento de Minimocursor phocae marca un inicio. Los investigadores consideran que existen muchas especies más que todavía no se han encontrado en el área, sobre todo en lugares que han sido poco investigados debido a sus difíciles condiciones geográficas. Gracias a las nuevas tecnologías de investigación y excavación, se anticipa que los años venideros proporcionarán más hallazgos que continúen desvelando los misterios del antiguo pasado de nuestro planeta.

Este pequeño dinosaurio demuestra que, en la ciencia, incluso los descubrimientos más diminutos pueden tener un gran impacto. Y que la historia de los dinosaurios —lejos de estar completamente documentada— todavía alberga capítulos asombrosos por explorar.

Por Juan Carlos López Herrera