El Día Internacional de la Enfermería se celebra el 12 de mayo. ¿Para que? Porque ese día, en 1820, nació Florence Nightingale en el seno de una familia británica acomodada. ¿Qué destino esperaba para él? Afanarse en su educación para conseguir un buen matrimonio con alguien de su clase social.
Pero Florencia ocupó otros planos. En 1837 anunció a su familia su deseo de dedicación a la enfermería, profesión que en ese momento estaba asociada con mujeres de la clase trabajadora. ¡Nada que ver con una joven culta como Florence! Por si fuera poco, en 1840, rogó sabía a los padres que “la dejaran estudiar matemáticas en vez del trabajo repetitivo y la práctica de cuadrillas”.
A pesar de la oposición familiar inicial, Nightingale consiguió formarse en ambas disciplinas. Aprendiendo aritmética, geometría y álgebra con tutores de la talla del matemático James Joseph Sylvester. Se hizo experto en el encierro de estiércol de forma autodidacta, frecuentando los centros de salud que visitaba en cada uno de sus viajes.
En agosto de 1853 asumió el cargo de superintendente en el Instituto para el Cuidado de Señoras Enfermas (mujeres sin techo) en Londres. Allí se realizaron algunas mejoras, como la instalación de agua caliente en las habitaciones y el emplazamiento de un ascensor.
Entre octubre de 1853 y febrero de 1856 libró la guerra de Crimea, un conflicto entre el imperial ruso y una alianza formada por el Reino Unido, Francia, el imperio otomano y el rey de Piamonte y Cerdeña. Las tropas británicas se movilizaron para luchar en Crimea contra la política de agresión del gobierno zarista a Turquía.
Aunque los aliados estaban venciendo en el campo de batalla, las fermedades diezmaban al ejército británico. En las primeras semanas del conflicto, el 80% de los fallecidos en los hospitales de campaña serán víctimas de los deficientes tratamientos de salud. El entonces Secretario de Guerra en Gran Bretaña y antiguo conocido de la familia Nightingale, Sidney Herbert, solicitó a Florence.
El 21 de octubre de 1854, Nightingale y su equipo de treinta y ocho enfermeras voluntarias partieron hacia el frente. Fueron transportadas a través del mar Negro hasta la base de operaciones británica en Scutari. Llegaron allí a principios de noviembre de 1854.
El panorama que se encontró en el hospital era desolador: los soldados recibieron tratamientos inadecuados por parte de un equipo médico superado por la situación, mientras que los mandos del ejército no reaccionaron. Los suministros médicos escaseaban, la higiene era lamentable, las infecciones abundaban, la comida era insuficiente y estaba mal tratada.
En estas condiciones, los soldados caen en enfermedades como el tifus, la fiebre tifoidea, el cólera y la disentería. Esas muertes superaban con mucho a las debidas a las heridas provocadas en el campo de combate.
Florence solicitó la asistencia médica al gobernador británico y, tras recibirla, ordenó la limpieza de los contaminantes greeneros y mejoró la ventilación del hospital. Con esas medidas el índice de mortalidad bajó rápidamente.
Los días pasaron y Florence se paseaba con su lámpara, cada noche, esperando y observando a los enfermos, anotando su evolución y recopilando datos.
Una pionera de los gráficos
Finalizada la guerra, Nightingale se dedicó a ordenar sus minuciosos apuntes ya reunir estadísticas sobre la mortalidad en el hospital militar. Para adaptarme a las autoridades de estas conclusiones, decidí utilizar un sistema gráfico para presentar estos números en un listado de texto e ininteligible.
Ideo el llamado diagrama de la rosa que consiguió, de manera directa e intuitiva, convencer al Gobierno británico de la necesidad de llevar a cabo reformas higiénicas drásticas en los centros hospitalarios.
El diagrama de la rosa incluye una explicación en su esquina inferior izquierda:
Cada una de las áreas azules, rojas y las secciones negras, están medidas utilizando el centro como vértice común.
Las secciones azules medidas desde el centro del círculo representan, área por área, las muertes por enfermedades infecciosas, desde predecibles hasta mitigables. Las secciones rojas medidas desde el centro representan las muertes por heridas. Las secciones negras medidas desde el centro representan las muertes por otras causas.
La línea negra que cruza el triángulo rojo en noviembre de 1854, marca el límite de las muertes debidas a todas las otras causas Durante ese mes. En octubre de 1854 y abril de 1855, el área negra coincidió con el rojo. En enero y febrero de 1855, el azul coincidió con el negro.
Las areas completas pueden compararse siguiendo las lineas limites del azul, el rojo y el negro.
Como puedes observar, en este diagrama representa muy variable: el tiempo (cada sector es un mes), el número de muertes (el área del sector) y la cause de la muerte (color). Fue un sistema novedoso en un periodo en el que los habituales gráficos estadísticos eran de barras y sectores, y representaban solo una o variables traseras.
El diagrama de la rosa muestra que, tras las medidas higiénicas adoptadas por Florence, la proporción de muertes por enfermedad (los sectores azules) descendieron paulatinamente. Proporcionó una manera visual y rápida de convencer a las autoridades de los cambios que deberán emprender con urgencia. Sin ninguna duda, Florence Nightingale salvó la vida a muchas personas.
El año 2010 fue declarado Premio Internacional de Enfermería reivindicar, entre otras, la relevancia histórica de Florence Nightingale en el centenario de su fallecimiento.
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Este artículo es un compendio de los artículos Florence Nightingale, pionera de la estadística allá Florence Nightingale, mucho más que la Dama de la Lámpara desde el blog Mujeres concienciapublicación de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.
Este artículo fue publicado originalmente en La conversación. leah el original.