Hasta ahora solo nueve Estados han tenido la capacidad de fabricar, producir y lanzar un cohete propio
España está a punto de entrar en el selecto club de países con acceso directo al espacio. Desde los albores de la carrera espacial hasta ahora, solo han sido nueve los Estados que han tenido la capacidad económica y técnica para construir, fabricar y lanzar un vehículo espacial completamente adecuado. Se trata de Estados Unidos, Rusia, China, India, Corea del Sur, Francia, Italia, Nueva Zelanda y Japón. Ahora, mientras se activó la cuenta atrás para el despegue del cohete español Miura 1, España aspira a convertir al país en el espacio de élite.
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Hace ya setenta años que la humanidad trabaja para alcanzar las estrellas. En un primer momento, la luchó por “conquistar el espacio” Me impulsaban las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y la Unión Soviética y supe evitar quién lograba más hazañas espaciales. En las últimas décadas, en cambio, la exploración espacial ha vivido un cambio de paradigma. Allá creación de agencias espaciales nacionalesasi como el ‘boom’ de empresas privadas en el sector, ha ampliado el abanico de actores dedicados al desarrollo de tecnología y aplicaciones espaciales. Son muchos los que, de hecho, argumentan que estamos en la era de la “democratización del espacio”.
¿Pero por qué hay tantas iniciativas en fabricar cohetes, lanzar microsatélites y, en general, llegar al espacio? Y sobre todo, ¿por qué España quiere convertidor en el decimo país con acceso directo al espacio? La respuesta puede abordarse desde varios prismas.
Cada vez son más los países que impulsan un programa espacial propio para reforzar su estratos de defensa nacional. España es un claro ejemplo de esto. En 2002, tras la invasión del islote de Perejil, el Ministerio de Defensa español solicitó imagenes directo a un satelite español que estaba sobrevolando las tejas. Francia, para evitar involucrarse en un conflicto diplomático con Marruecos, denegó la petición. Este incidente impulsó el lanzamiento de ‘Paz’, el satélite primer espía español. Solo en su primer año de vida, este instrumento consiguió más de 5200 imágenes en alta resolución que, según explica la Revista Española de Defensa, fueron clave para la resolución de problemas sobre el terreno: desde el control de los flujos migratorios ilegales hasta las acciones terroristas.
En los últimos años se han puesto en marcha varios proyectos espaciales ambiciosos enfocados a mejorar la red de telecomunicaciones. La empresa spacex estadounidense, propietario del magnate Elon Musk, descargó una red de satélites en órbita conocida como Starlink para mejorar la conexión a Internet desde todos los rincones del mundo. En Cataluña, la Generalitat también envió al espacio un nanosatélite dedicada a mejorar y desplegar la red de telecomunicaciones 5G. Otro gran ámbito de trabajo en el sector de las telecomunicaciones son los satélites de posición como los que proporcionan, por ejemplo, la señal GPS. Europa tiene su propio programa Galileo para este fin.
Observación de la Tierra
El otro gran impulsivo de los programas espaciales es la necesidad, cada vez mas patente, de monitorear los efectos de los fenómenos qu’afectan a la superficie terrestre: desde incendios forestales prisa cansado inundaciones y los daños causados por las tormentas torrenciales. En Europa, por ejemplo, la Comisión Europea lanzó un programa Copernico dedicado a la observación de la tierra, los océanos, la atmósfera y los efectos del clima climático en todo el mundo. Al mismo tiempo, empresas privadas como Satellogic también han desarrollado una constelación propia de satélites con esta misma finalidad.
Investigación científica
El espacio es uno de los ligares mas deseados para la ciencia. En gran parte, por cierto condiciones de microgravedad que se encuentran desde ciertas alturas. Por eso mismo, son muchos los programas espaciales específicamente enfocados a llevar a cabo la ciencia al espacio. La Estación Espacial Internacional es, en realidad, un gran centro de experimentos científicos que comparan todas las grandes agencias espaciales del mundo. La inmensa mayoría de los cohetes espaciales que se lanzan ahora van envíos con décadas de experimentos científicos de empresas privadas, instituciones y universidades. Uno de los sectores más interesados en este tipo de estudios es el biomédico ya que, según han comprobado varios estudios, la microgravedad puede revelar caracteristicas ineditas sobre celulas, tejidos y medicamentos.