La invasión israelí de la franja de Gaza, que todavía no tiene nombre oficial, ha entrado este domingo en su segunda jornada con un refuerzo de las tropas y unidades de carros de combate que operan en el interior del enclave palestino, según ha informado un portavoz de las Fuerzas Armadas. Los aviones de combate israelíes han atacado más de 450 objetivos militares de Hamás en las últimas 24 horas, incluidos centros de mando operativos, puestos de observación y rampas de lanzamiento de misiles antitanques, de acuerdo con la misma fuente, según ha informado el ejército israelí. La ONU considera estas incursiones aéreas como los “más intensos” desde el inicio de la guerra, el pasado día 7. Desde entonces, Israel ha contabilizado unos 1.400 muertos y más de 200 secuestrados, la mayoría en el ataque masivo lanzado por las milicias islamitas en esa misma fecha. El Ministerio de Sanidad de Gaza, territorio controlado por Hamás desde 2007, ha elevado este domingo a más de 8.000 la cifra de muertos palestinos durante el conflicto.

Las comunicaciones telefónicas y la conexión a internet están gradualmente en vías de recuperación en la Franja desde la madrugada de este domingo, tras la caída generalizada registrada la noche del viernes al inicio del recrudecimiento de los bombardeos israelíes. Vuelven a llegar noticias de la situación desesperada en la que viven desde hace tres semanas los 2,3 millones de habitantes del territorio costero, que ha quedado completamente bloqueado por Israel.

La agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) ha informado de que miles de gazatíes han asaltado este domingo almacenes y centros de distribución de la organización para hacerse con harina de trigo y “artículos básicos de supervivencia”, según ha informado la agencia de la ONU.

Los saqueos se han producido en las zonas central y sur de la Franja. “Esta es una señal preocupante de que el orden civil está empezando a desmoronarse después de tres semanas de guerra y un estricto asedio a Gaza”, ha advertido la UNRWA en un comunicado. “La gente está asustada, frustrada y desesperada. Las tensiones y el miedo empeoraron con los cortes en las líneas telefónicas y de comunicación por internet”.

Un hombre sostiene este domingo el cuerpo de su hijo, que murió en un bombardeo, antes de su entierro en Jan Yunis, al sur de la franja de Gaza. MAHMUD HAMS (AFP)

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Dos convoyes de ayuda humanitaria compuestos por 20 camiones cada uno, cargados con alimentos, agua y suministros médicos han entrado por el paso egipcio de Rafah para ser inspeccionados por agentes israelíes antes de ingresar en la franja de Gaza, según informa la agencia Efe desde El Cairo. Este domingo han entrado otros 10, con alimentos y suministros médicos, según ha informado la Media Luna Roja. De momento, solo está confirmada la entrada de 94 camiones con ayuda humanitaria en el enclave desde el inicio de la guerra, frente a una media habitual de 500 vehículos de carga diarios. Tanto el sábado como el domingo de la semana pasada ingresaron 20 camiones; 14 el lunes; ocho el martes; 12 el jueves y otros 10 el viernes.

En este tiempo, la entrada de suministros ha sido a cuentagotas e Israel aún no ha permitido la llegada de combustible, vital para el funcionamiento, entre otras cosas, de las plantas desalinizadoras y potabilizadoras de agua y los hospitales. Los gazatíes siguen sin poder salir. El jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, dijo el jueves que la ayuda “apenas llegó” a Gaza durante la semana pasada.

“Durante la noche [del sábado al domingo] incrementamos” el número de las fuerzas del ejército destinadas a entrar en la franja de Gaza “y se unieron a las que ya están combatiendo allí”, ha declarado este domingo el contralmirante Daniel Hagari, portavoz jefe castrense. El coronel Elad Goren, miembro del organismo del Ministerio de Defensa israelí que coordina las cuestiones civiles en Gaza y Cisjordania (COGAT), ha afirmado que Israel permitirá en los próximos días un aumento considerable de la entrada de ayuda humanitaria en Gaza. “Hemos establecido una zona humanitaria en el sur de la Franja en el área de Jan Yunis y todavía recomendamos que la población civil evacuada vaya a esta zona”, puntualizó Goren. Sin embargo, los bombardeos no solo se han concentrado en estas tres semanas en el norte de Gaza, en donde Israel sigue insistiendo en que la población tiene que abandonar sus casas, sino que también se han registrado ataques en el área supuestamente más segura, en el sur del enclave, incluido en Jan Yunis.

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