La historia que leerán a continuación, como todo buen relato científico, sorprende más por la hipótesis que abre que no por certezas que aporte. Así que prepárense porque este descubrimiento científico viene con curvas. Un equipo de astrobiólogos japoneses ha anunciado este martes el hallazgo de trazas de uracilo en el asteroide Ryugu, un cuerpo celeste que viaja por el espacio a 300 millones de kilómetros de nuestro planeta. En la Tierra, el uracilo es una de las piezas clave para formar el ARN así que, en cierto modo, se considera como un ingrediente clave para la vida. ¿Pero qué pasa cuando esta sustancia se encuentra en el espacio? ¿Significa esto que se ha encontrado un precursor de vida en el espacio? Es aquí donde la historia empieza a ponerse interesante.
El descubrimiento se tragó la teoría de que los ingredientes básicos para la vida pululan por el cosmos y solo necesitan caer en un lugar adecuado para que ‘ocurra la magia’
Hace milenios que la humanidad se pregunta si estamos solos en el universo. Por eso mismo, en las últimas décadas, cada vez son más las misiones enfocadas a buscar trazas de vida más allá de nuestro planeta. Con esta propuesta en mente, en 2018 la Agencia Espacial Japonesa (JAXA) envió una nave al asteroide Ryugu. Su objetivo period para recoger la mayor parte de este cuerpo espacial alláraerlas hacia la tierra para su analisis. En diciembre de 2020, los fragmentos de roca espacial llegaron a nuestro planeta. Su análisis, según explican los científicos de la Universidad de Japón que han liderado este último estudio, ha sacudido los cimientos de la astrobiologia. Es decir, la guía para saber cómo vivir en el universo.
En 2018, una nave espacial japonesa viajó hasta el asteroide, recogió muestras y las trajo de vuelta a la Tierra
El análisis de varios fragmentos de roca del asteroide Ryugu, publicado este martes en la revista ‘Nature Communications’ ha revelado la presencia de uracilo, niacina (vitamina B3) y otras moléculas orgánicas que se considera como piezas clave en la formación de moléculas orgánicas más complejas. Para que se hagan una idea de qué significa esto, es como si cada uno de estos compuestos fuera una pequeña pieza de LEGO que, si se colocan en el orden y la forma correcta, puede formar una construcción mucho más grande y compleja. En el caso de las moléculas orgánicas, la esperanza es que, algún día, su presencia pueda ayudar a escuchar cómo se formó la vida en nuestro planeta. O a encontrar formas de vida pasada, presente o futura más allá de nuestro mundo.
ingredientes para la vida
¿Pero qué significa el hallazgo de uracilo en Ryagu? Se ve bien, aquí empieza la parte divertida de la historia. El equipo liderado por Yasuhiro Oba sugiere que estamos piezas basicas para que la vida en la Tierra podrian haberse formado en el espacio y llegado hasta nuestro planeta a bordo de meteoritos ricos en carbono. Esta hipótesis, conocida como panspermia, también ha sido respaldada por otros estudios realizados desde el laboratorio japonés de Oba así como por otros grupos de investigación internacionales. Según esta teoría, los ingredientes básicos para que brote la vida ya estan pululando por el cosmos y sólo necesita caer en un lugar adecuado y en el momento adecuado para que ‘ocurra la magia’.
El descripción de uracilo en Ryagu podría indicar que los ingredientes básicos para formar la vida en nuestro planeta podrian tener un extraterrestre original. “Se trata de un apasionante descubrimiento, ya que revela que el uracilo (una de las nucleobases del RNA) puede sentarse en el espacio“, explica Izaskun Jiménez-Serra, científica titular del CSIC en el Centro de Astrobiología de Madrid (CAB).desencadenar los primeros procesos bioquímicos eso condujeron al origen de la vida“en la tierra.
“Se trata de un decubrimiento apasionante”
Izaskun Jiménez-Serra, científica del CSIC
hallazgo esperado
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La hipótesis de la panspermia, aunque interesante, no convence a todos los científicos. De hecho, hay quien argumentó que el descubrimiento de trazas de uracilo en el asteroide Ryugu es, en el fondo, un hallazgo esperado. “Los análisis de Ryugu no sorprenden y es coherente con el análisis de meteoritos tipo condrita carbonácea y con lo que sabemos sobre la química de estos materiales”, destaca César Ángel Menor Salvan, astrobiólogo y profesor de bioquímica en la Universidad de Alcalá.”Lo que hubiera sido una gran sorpresa es que no hubiera uracilo y otras moléculas relacionadas”, destaca el científico en declaraciones al Science Media Center España (SMC).
“Este estudio es histórico y representa un hito en la investigación espacial”
César Ángel Menor Salvan, astrobiólogo
El astrobiólogo argumentó la importancia de este trabajo es, en realidad, la prueba de que somos capacidades de reconocimiento muestras de otro cuerpo del Sistema Solar, traerlas de vuelta a la Tierra y analizarlas en detalle. Todo ello, creando un protocolo fiable en el custodia y manejo de las muestras para evitar la contaminación con compuestos territoriales. “Este estudio es histórico y representa un hito en la investigación espacial”, destaca el científico que, aun así, matiza que “como suele ocurrir en este tipo de casos, el trabajo nos deja con más preguntas que respuestas“.