Moody´s es la única calificadora de riesgo que le mantiene el grado de inversión a Colombia, a diferencia de Fitch Ratings y Standard & Poor’s, que se lo quitaron en mayo del 2021. En entrevista con EL TIEMPO, el analista principal de la agencia para el país , Renzo Merino, habla sobre cómo ha visto la política macroeconómica en este primer año de la administración del presidente gustavo petro y características son los riesgos que más le preocupan.
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Hace unos días, Moody’s ha confirmado la calificación de Baa2 de Colombia. ¿Qué factores apoyaron esta decisión?
De un lado, la fortaleza que hemos visto que está operando. En el contexto de las elecciones del año pasado creíamos que iba a ser muy importante el balance de poderes del congreso, del gobierno y de las cortes y que los contrapesos iban a conducir la política macroeconómica. Yes eso es lo que hemos visto a lo largo de la administración del presidente petro. Iya que se han mantenido políticas macroeconómicas prudentes, donde se ha permitido que la economía sufra shocks. Del otro lado, en el contexto de la pandemia una de las sospechas era el tema fiscal. Sin embargo, hemos observado que, gracias a una recuperación económica muy dinámica, hay un proceso de consolidación fiscal progresiva, si logramos estabilizar las cifras en el punto de que Colombia se compara bien diseñada.
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También mantuvieron la perspectiva estable. ¿De qué dependerá?
Esto refleja un escenario basado en donde contemplamos que se va a continuar con este manejo macroeconómico prudente, sobrio todo en cuanto al cumplimiento de la regla fiscal. Mira que los contrapesos institucionales van a seguir operando. Tan bien puedes vivir en situaciones políticas, creemos que irás al cabo dentro del marco institucional.
¿Cree que el dólar a la baja de las últimas jornadas responde al freno que han tenido las reformas?
Creemos que en parte responde a la dinámica que hemos visto de la discusión de las diferentes reformas, de los contrapesos y de la probabilidad de que prosperen de una forma diferente a las propuestas iniciales que algunos consideran radicales en cuanto a los posibles cambios del modelo existen. Una apreciación del peso podría ayudar al proceso de la caída de la inflación ya una caída del costo del fondeo del Gobierno, es decir, le ayuda a tener que gastar menos en los interesados en términos relativos.
¿Hubo una discusión sobre reformas sociales?
Se ha utilizado mucho el término de parálisis de las reformas. Eso quizás no sea del todo, porque lo cierto es que en Colombia ya antes de la pandemia vimos que había presiones sociales que habían afectado la capacidad de ejecución de las políticas. Al mismo tiempo, hay otros temas estructurales como el de la informalidad, crecer a mayor ritmo o recuperar lo que se perdió en el chocque de los merchandise de hace ya varios años. Vamos a escuchar, en la medida en que las reformas se puedan dar para abordar estos temas sociales y estructurales puedan ser hasta positivas. Lo que esperamos es que se dé algo de moderación y de formación de consensos en el Congreso. Ello podría conllevar que pueda haber cambios positivos en los proyectos y otras modificaciones que tendermos que ver cómo cambiar los diferentes aspectos del perfil crediticio.
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Entonces, ¿sí a las reformas, pero con contrapesos?
Si.
¿Y piensas que podrían meter más presión al gasto?
Si no cambia por el lado de los ingresos y hay más gasto social, podría significar una mayor rigidez y el próximo choque sería más difícil. Algo que estamos monitoreando es el esfuerzo que hizo tanto el anterior como este gobierno para mjorar la eficacia del gasto. Además, también resaltamos que esta administración pasó una reforma fiscal. Esto es algo que en otros países no hemos visto. Además, es importante que todas las medidas tax que se han venido adoptando traten siempre de cumplir con la regla fiscal.
¿Están tranquilos con el cambio de ministro de Hacienda, from José Antonio Ocampo to Ricardo Bonilla?
Sí, nos hemos reunido, pero de momento de manera virtual. Lo que el ministro ha dicho públicamente ya nosotros también es que el compromiso de maintener una política prudente se maintiene, y lo ve como algo positivo.
¿Cómo esperamos que se desacelere la economía en el verano de 2023?
esperamos que crezcan 1.5 por ciento y para el 2024 estamos pronosticando un ritmo cercano al 2 por ciento. Pero más allá de estas proyecciones la cuestión es cuál será el crecimiento a mediano plazo, si se puede regresar a los niveles de 3 por ciento.
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El Gobierno espera un mayor déficit fiscal del que estaba previsto. El desequilibrio no es estándar de 3,8 a 4,3 en relación con el PIB. ¿Las preocupaciones?
Obviamente, el precio del petróleo es más bajo de lo que había presupuestado. Espero que haya una corrección y es algo que esto está llegando en todos los países que tienen un déficit estructural. Más allá de eso, tendremos que ver en el transcurso del 2023 y del 2024 el cumplimiento de la regla fiscal y de las metas de deuda.
¿Qué les parece el plan para aumentar el precio de la gasolina?
La política de la gasolina muestra un equilibrio entre las reconciliaciones sociales y los impuestos. Los subsidios estaban poniendo mucha presión sobre los balances y la capacidad del Gobierno para cumplir la meta fiscal. En ese sentido, en la medida en que vaya sufrido el precio para reducir el subsidio es positivo, pues da más espacio al Gobierno para cumplir con la regla. Obviamente, desde la perspectiva social no es una medida popular. Lo vemos como otra indicación de que este gobierno tiene un compromiso con el cumplimiento de los parámetros tax.
¿Cuáles dirían que son los riesgos que más les preocupan?
El equilibrio que tiene que mantener el Gobierno con base en sus políticas. Una gestión macroeconómica prudente, a la espera de los temas sociales y fomentando también la confianza de los inversionistas. Sobre todo, que esto fue algo qu’afectó algunas de las variables financieras del 2021 y en particular el año pasado, como el tipo de cambio o el costo de fondeo para el Gobierno.
También son claves el crecimiento a mediano plazo y el proceso de consolidación fiscal. Más allá del tema de la desaceleración actual de la economía, es importante que haya inversión nacional y extranjera. Ver cómo sigue la percepción del riesgo y cómo avanza el tema de la transición energética, que haya mayor claridad sobre el tema, ya con un plan concreto sería positivo.