Jorge Martín tenía claro que este podía ser un gran fin de semana. Cuando era pequeño siempre quiso competir en MotoGP y ganar una carrera. Era su gran sueño y lo logró relativamente pronto, cuando era un novato en la categoría, a los 23 años, en el GP de Estiria de 2021. Algo que nunca imaginó fue la posibilidad de encabezar el campeonato del mundo, no al menos hasta estas últimas semanas. Con una contundente victoria en la carrera al sprint en el GP de Indonesia, el madrileño completó su remontada relámpago sobre Pecco Bagnaia, vigente campeón del mundo, para comandar por primera vez la tabla de pilotos.

En el GP de Catalunya, Martín llegó a estar 66 puntos por detrás de Bagnaia en la clasificación del campeonato. Cuatro grandes premios después, le saca siete puntos en la tabla. Pletórico, en el mejor momento de su trayectoria, el madrileño fue una vez más el hombre más rápido, ambicioso y fuerte sobre la pista cuando se repartían los tantos. A pesar de que un error en la clasificación le minó la confianza y le colocó en sexta plaza en parrilla, aun así por delante de sus rivales por el título, el piloto del Pramac Ducati salió con la convicción de ir a por la cabeza de carrera y convertirse por fin en principal referencia.

En la salida, Martín evitó problemas en medio del bulto y emergió de las primeras curvas en cuarta posición. Luego se batió con Fabio Quartararo por la posición de podio, y en la quinta vuelta firmó el primer hachazo del fin de semana superando al poleman Luca Marini. El hermano de Valentino Rossi, que como su compañero Marco Bezzecchi volvía a la competición tras sufrir una fractura de clavícula en el GP de la India, se estrenó en primera posición de parrilla y aguantó los dolores para terminar segundo. Bezzecchi, seis días después de su operación, completó el podio con pleno de Ducatis, campeona del mundo de constructores por cuarto curso consecutivo.

Maverick Viñales, que salió escopeteado con la Aprilia, encabezó la prueba hasta la octava vuelta. Allí topó con el ritmo demoledor de Martín. El madrileño, una vez más, se mostró determinado y agresivo para meterle la moto sin miramientos, superarle y cabalgar hacia el triunfo y el liderato. “Ha sido un día complicado, pero al final hemos salido ganadores”, explicó el piloto de San Sebastián de los Reyes, que reconoció que se despistó mirando las pantallas del circuito cuando cayó en la cronometrada. “Ha sido un error de novato. Partir sexto no era lo mejor, pero he sido capaz de adelantar en un circuito donde normalmente me cuesta y he conseguido mantener a raya al resto”, resumió luego.

La frustración de Bagnaia, el número uno de Ducati

Bagnaia vivió un auténtico infierno en el circuito de Mandalika. Incómodo y tieso encima de la moto, un par de errores el viernes le obligaron a pasar por la primera sesión de clasificación el sábado. Allí se encontró con varios compañeros de marca que le superaron, el primero Marini y luego Enea Bastianini, su compañero en el equipo Ducati oficial. Con todo, se quedó sin la oportunidad de luchar por la pole y se tuvo que conformar con la decimotercera plaza en parrilla.

“Tenemos que entender los problemas de Pecco en la frenada y entrada de curva, su punto fuerte de siempre”, apuntaba Davide Tardozzi, jefe del equipo, a los micrófonos de DAZN. El lenguaje corporal del número uno no escondió su frustración por los resultados de las últimas semanas. No cruzó mirada con Gigi Dall’Igna, máximo responsable de la marca, y se fue directo al camión sin hablar con sus técnicos tras la decepción en la cronometrada. La política de laissez-faire entre los ocho pilotos de la marca le pasó factura al campeón del mundo, que vio como dos corredores que no se juegan nada -y además deberán cumplir una vuelta larga de sanción en la carrera del domingo (a las 9.00h, DAZN)- le pasaron por encima.

En la carrera al sprint, el referente de la fábrica quedó encallado detrás de su compañero de equipo y tan solo logró ser octavo mientras veía como Martín y Bezzecchi, sus grandes rivales, se lucían por delante. La caída de Aleix Espargaró, que se llevó puesto a Brad Binder en las posiciones delanteras en la segunda vuelta, permitió al turinés puntuar en la prueba. El piloto del VR46, que partía noveno, logró una remontada de mérito a pesar de su reciente lesión en la clavícula (fue operado hace una semana). El tercer candidato al título está ahora a 49 puntos de la cabeza tras aguantar los dolores para subirse al podio en Indonesia.

Ducati ganó un título este sábado, pero las caras largas en el garaje del equipo oficial dejaron claro que la falta de órdenes de equipo está empezando a mosquear al campeón del mundo, también a algunos de los máximos responsables de la marca. Una moto satélite encabeza la tabla el día en que la Desmosedici se han encumbrado como la mejor máquina de la parrilla.

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