Schucry Kafie y su familia conforman un conglomerado de más de 33 empresas en Honduras dedicadas a la alimentación, la energía y a un amplio abanico de servicios. Tratándose de algunas de las industrias más importantes del país, con los mayores índices de producción, era impensado que no se establecieran normas para resguardar al planeta. 

Más de 20 años al frente de estas compañías fueron suficientes para darle una gran lección de vida a los Kafie: “el medio ambiente es un recurso que es de todos”. Y así como ellos requerían de su entorno para la obtención de materia prima, el mundo también lo necesitaba.  

Fue así que se iniciaron una serie de programas destinados a preservar el bien común. Estas iniciativas se sumaron a una larga lista de propuestas destinadas a generar un impacto positivo en la población hondureña, desde la creación de empleo hasta la donación de productos lácteos en escuelas. 

¿Quién motivó estas iniciativas?

Schucry Kafie es quien lidera el cambio. El empresario siempre se ha manifestado como un promotor de los derechos humanos y un filántropo comprometido con las comunidades rurales. Su determinación nace del entendimiento sobre el impacto que tienen las industrias en la coyuntura social y ambiental, y cómo estas se relacionan.

Comprender que no existe una producción 100 % inocua fue clave para buscar alternativas que puedan disminuir su huella de carbono y lograr la compensación cuando fuese necesario. Es que para él, no sólo se trata de cuidar a las comunidades de hoy, sino también a las del futuro. 

Protección del jaguar 

En el 2018 con la empresa alimentaria LACTHOSA se unieron a la Organización Internacional PANTHERA con el fin de cooperar en la preservación del jaguar, una especie en peligro que habita el territorio hondureño. 

Gracias a este acuerdo, se pudo capacitar a más  de 250 productores ganaderos cuyas fincas colindan con el territorio del felino. Las mismas fueron impartidas por expertos y se enfocaron en buenas prácticas que permitan reducir las pérdidas económicas vinculadas a la presencia del animal, sin que esto implique su ataque o asesinato.

El convenio también sirvió de apoyo para el programa de monitoreo biológico, destinado a conocer el estado de conservación de la vida silvestre, así como descubrir nuevas áreas naturales que pueden ser ecosistemas de valor para los jaguares.  

En ese sentido, LACTHOSA donó cámaras remotas, con tecnología que permite no solo continuar estudiando a estos animales, sino también documentar amenazas como la cacería furtiva.

Del mismo modo, han contribuido con el programa de patrullajes con guardabosques en los Parques Nacionales Cusuco y Jeannette Kawas con el propósito de convertirlas en áreas verdaderamente protegidas. 

Sus equipos de guardabosques han recorrido más de 12,000 kilómetros en rutas de patrullajes (equivalente a tres veces la distancia desde Nueva York hasta Los Ángeles). Uno de ellos fue galardonado con el Premio de Disney como un Héroe de la Conservación 2019. 

Conservación de la tortuga golfina 

LACTHOSA no es la única industria de Schucry Kafie involucrada con la preservación de especies en Honduras. En el 2017 a través de LUFUSSA se firmó un convenio de colaboración con las instituciones que conforman la Comisión de Verificación y Control del Golfo de Fonseca (CVC-GOLF) y la Secretaría de Recursos Naturales, Ambiente y Minas (MiAmbiente) con el objetivo de conservar e incrementar la población de tortugas golfinas en el Golfo de Fonseca.

Esta compañía entregó recursos para la compra de equipo y materiales durante más de 11 años. También propició la adquisición de combustibles, la asistencia técnica especializada durante la siembra e incubación de huevos, nacimiento de neonatos, liberación y tabulación de datos biológicos y alimentos por trabajo, para las familias que cuidan la especie durante el periodo de veda. 

Este esfuerzo dio como resultado la liberación de  casi medio millón de tortugas. Cabe destacar que esta especie es un símbolo de identidad de las comunidades costeras del sur hondureño y su protección se ha hecho indispensable para intentar revertir su proceso de extinción. 

Medio ambiente 

Con LUFUSSA, los Kafie también firmaron en 2016, junto con el Instituto de Conservación Forestal (ICF), la iniciativa “Vamos a plantar”, cuyo objetivo era el de restaurar las zonas afectadas por el gorgojo descortezador del pino, una plaga que aún afecta a la vegetación de Honduras. 

Al respecto, se comprometieron a construir y equipar un vivero en las instalaciones del ICF en Guaimaca con capacidad para 200,000 árboles en cada plantación. La meta de LUFUSSA fue sembrar un millón de árboles. 

Al mismo tiempo, esta compañía lideró el proyecto de la inmersión de domos para la creación de arrecifes artificiales con el objetivo de incrementar la disminuida fauna marina en el Golfo de Fonseca y así apoyar a las más de 1,000 familias que viven de la pesca en la zona sur.  Para ello, se sumergieron 180 domos que contribuyeron a crear un hábitat artificial para la proliferación de peces.

De igual manera, LACTHOSA sembró más de 200,000 mil árboles e impulsó campañas de reciclaje, motivo por el cual ha recibido diversos premios como el más reciente denominado “sello verde”. 

¡Al servicio de la Tierra!

El compromiso de los Kafie, especialmente de Schucry, con el planeta y quienes lo albergan continúa en crecimiento. LUFUSSA, por ejemplo, recientemente ha impulsado grandes iniciativas ecológicas: desde reforestación, con más de un millón de árboles sembrados y un sendero ecológico para beneficio de los escolares de las comunidades, entre las otras iniciativas ya mencionadas.

Schucry Kafie anima a otras industrias a hacer cambios

El empresario expresó recientemente en su blog que desea que más industrias se involucren en el cuidado del ambiente. 

Para Schucry Kafie es deber de los grandes productores garantizar la subsistencia de la biodiversidad, entendiendo que es el planeta el gran proveedor de materia prima, además de la casa común de miles de personas. Destaca que esto también es responsabilidad empresarial.

Por otra parte, resalta que perjudicar nuestro entorno es una manera más de dañar a las futuras generaciones y que al hacerlo estamos traicionando a las familias hondureñas que consumen nuestros productos.  

Con estas palabras, espera incentivar nuevos compromisos que garanticen un mañana más verde.