La sesión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras prevista para esta semana fue suspendida debido a la inasistencia del consejero propietario Marlon Ochoa, hecho que impidió alcanzar el quórum necesario para deliberar sobre temas fundamentales de cara a las elecciones generales de 2025. Esta ausencia provocó que se activaran los mecanismos institucionales correspondientes, entre ellos la convocatoria del consejero suplente, con el objetivo de garantizar la continuidad del trabajo electoral.
Según las normas vigentes, el pleno del CNE requiere la asistencia mínima de dos de sus tres integrantes para que las resoluciones sean válidas. En esta oportunidad, la ausencia del miembro principal llevó a posponer la sesión donde se discutirían puntos importantes del cronograma electoral, además de asuntos logísticos y técnicos vinculados a la inscripción de partidos políticos internos.
En respuesta a la situación, el órgano electoral anunció que se convocará al suplente correspondiente para una nueva reunión. Esta medida, contemplada en la normativa del ente, permite que el suplente asuma funciones cuando el titular no esté disponible o se ausente sin justificación debidamente acreditada. La convocatoria busca evitar que el desarrollo del proceso electoral se vea afectado por demoras o vacíos institucionales.
La sesión suspendida debía abordar avances en la planificación de las elecciones internas y primarias que se celebrarán el próximo año, como antesala de los comicios generales de noviembre de 2025. Entre los puntos en agenda figuraban la aprobación de lineamientos para la inscripción de candidaturas, aspectos técnicos sobre el sistema de transmisión de resultados, y la coordinación con instituciones de observación electoral.
La ausencia de uno de los miembros del pleno ha generado preocupación entre sectores políticos y sociales, debido a la importancia de mantener la estabilidad del proceso electoral y cumplir con los plazos establecidos en el cronograma oficial. Las elecciones de 2025 se consideran estratégicas para consolidar la participación democrática en el país y garantizar una transición ordenada del poder.
Voceros de distintas organizaciones han instado al pleno del CNE a superar rápidamente este impasse y retomar las sesiones de trabajo con responsabilidad institucional. También se ha hecho un llamado a fortalecer el compromiso de los consejeros titulares con las tareas asignadas, dada la magnitud del proceso que se avecina y las expectativas ciudadanas respecto a la transparencia, imparcialidad y eficiencia del órgano electoral.
En cuanto al CNE, ha reafirmado su compromiso de seguir adelante con la organización del proceso electoral, destacando que llamar al suplente es un recurso válido que facilita retomar la dirección sin grandes dificultades. Esta medida fue incorporada específicamente para asegurar que el organismo continúe operando eficazmente ante cualquier eventualidad que involucre a sus miembros principales.
Mientras tanto, diversos actores del sistema político nacional han observado con atención este episodio, en el marco de una etapa crucial para la consolidación institucional. El desempeño del Consejo Nacional Electoral en los meses venideros será determinante para establecer las condiciones de equidad, legalidad y confianza en los próximos comicios.
Con el nuevo llamado a sesión con la presencia del consejero suplente, se espera que el pleno del CNE aborde sin dilaciones los temas pendientes, y que se avance conforme a lo programado en la preparación de un proceso electoral que requiere la participación activa y coordinada de todas las instancias del Estado.
El país se encamina hacia una jornada electoral decisiva en 2025, y la expectativa de la ciudadanía es clara: un proceso ordenado, transparente y libre de interferencias que refleje con fidelidad la voluntad popular. Para ello, la estabilidad del órgano electoral es un factor indispensable.